Sabias que le dijo el burro al gato (en Shrek 4). Gato eres realmente gatastrofico. El gato le contesto: mejor eso y no aburrido.
Bueno, este chiste no es tan chistoso pero me sirve para ilustrar el mensaje de hoy.
No sé si tú, pero yo conozco a personas que frecuentemente tratan de ponerte abajo o te ofenden en momentos en que pareciera que su verdadera personalidad sale a relucir.
Hace poco un “amigo” implicó en nuestra conversación que él podía hacer mi trabajo sin tener ninguna experiencia. Decidí no contestarle y evadí sus comentarios. Pude haberle dicho mil cosas, pero la verdad no creo que hubiese valido la pena porque no creo que le interese.
En su libro “Los cuatro acuerdos” Don Miguel Ruiz dice que las personas te tratan como ellas son no como tú eres. Si tenemos esto en consideración podemos dejar de ponerle atención a lo que otros piensan de nosotros y no dejamos que nos hieran.
Todos podemos ofender y ser ofendidos fácilmente, esto no requiere talento, sacar lo peor que tenemos es fácil. Pero es aun más fácil ver lo bueno en otras personas, concentrarnos en lo positivo que tienen, darles elogios para que se sientan bien y buenos consejos cuando lo necesiten y lo pidan. Esto último es más fácil porque requiere menos energía, no nos pone energía negativa y hace que las personas gusten de nosotros y deseen nuestra compañía.
Si te encuentras con un “amigo” como el mío recuerda lo que sale de su boca sale de su corazón y no tiene nada que ver contigo, es su personalidad no tu problema. Sacúdete la energía negativa y olvídate del asunto. La única razón para aguantarse a una persona de este tipo es cuando no se tiene opción de lo contrario es preferible sacarlo de tu vida.
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