A pesar de las especulaciones previas, Bionic, su más reciente álbum, lleva vendidas apenas 200.000 copias a cinco semanas de su lanzamiento.
Para muchos artistas vender 200.000 unidades de un disco es algo más que satisfactorio, pero parece ser que las expectativas puestas en Bionic, el último trabajo de Christina Aguilera, eran muy superiores a esa cifra.
Y como si eso no fuera suficiente, tras arañar el tercer puesto en la lista de ventas de Billboard, poco tiempo después quedó por debajo de los diez primeros.
Otro dato de la realidad relacionado con la, hasta el momento, mediana repercusión del álbum es la suspensión de su gira de verano con el argumento de que no disponía del tiempo suficiente para ensayar, algo que hubiese servido (y mucho) para hacer promoción de sus nuevas canciones.
De acuerdo a un análisis realizado por el New York Post, tras haber dado a luz a un niño de nombre Max, Aguilera dedicó su tiempo a la crianza de su hijo mientras que estrellas en ascenso como Lady Gaga o M.I.A., por ejemplo, fueron adueñándose de la escena musical y del interés del público masivo.
El reconocido periódico también señala que Christina subestimó al mercado y ahora está pagando las consecuencias. De todos modos, un vocero de su compañía discográfica, la RCA, salió al cruce de estos comentarios y, además de desmentir el descontento del sello, afirmó que la cantante “tiene un talento innegable con una de las voces más grandes de nuestro tiempo. Continuamente se desafía como artista y la apoyamos al cien por cien”.
Sólo el tiempo se encargará de demostrar quién estaba en lo cierto.
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